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Por Bernabé Ramírez
Y es que al fin y al cabo el fútbol de élite de una ciudad es firme reflejo de lo que ocurre en su fútbol de aficionados.

He visto un comentario de El Yubri, crítico con lo que le está ocurriendo al Almería. Y como digo, para mí viene a ser un espejo de lo que ocurre a los clubes aficionados.

Un individuo que obtiene el título universitario o carnet de entrenador no significa nada de nada para mí. Y les voy a decir por qué.

Como corredor que he vivido en los Pirineos compitiendo en carreras de montaña, los ganadores hemos subido corriendo por los valles hasta la cima de los collados bajando y subiendo varias veces para alcanzar la cumbre de la carrera con altitudes cercanas a los 3.000 metros, para descender y llegar a la meta en tiempos totales alrededor de los 90 minutos, dependiendo la distancia que había que recorrer.

Personalmente no he podido ganar ninguna carrera, pero sí he quedado segundo varias veces. Y también he quedado entre los mejores diez primeros y entre los mejores quince primeros. 

O sea que llegué a ser Subcampeón de Europa en una trail running de altísimo nivel hace más de veinte años, aunque la carrera ya no exista y la hayan limpiado con un borrón para crear una prueba nueva.

Lo que les estoy contando es una pequeña introducción para que entiendan los niveles de capacidad física y entrenamiento físico. 

Muchos lo negaran porque no les conviene. No quieren que se les vea que con titulitos universitarios y carnet de entrenador de fútbol son unos pardillos, o chatarras como los llamo yo.

Subir una montaña corriendo requiere de una condición física de excelencia muy superior. 

Durante las trail running de montaña que yo subí corrimos por carriles y veredas, y más arriba la montaña estaba pelada por el frío, sin una selva donde protegerse.

Subirla equivale a tener muchísima fuerza para correr a ritmos entre 5 y 8 minutos por kilómetro donde las rampas más fáciles rondan el 8% de media. Y sin acojonarse cuando llegan las paredes más duras y escarpadas entre el 30% y 80% de media, sin hacer el lelo gastando la energía necesaria para el retorno.

Cuando corremos de vuelta, los descensos suelen ser terribles. Lo sabe quienes han hecho senderismo y han hecho cumbre. 

Cuando llegamos a las veredas, quizás podamos aplicar velocidad antes de salir desbocados por carriles rompepiernas con vaivenes sube y baja.  

Es cuando más locos corremos. Vamos sueltos y olemos el final de la  prueba. Miramos constantemente en el pulsómetro los tiempos parciales de paso que estamos registrando viendo en los carteles los kilómetros que faltan para llegar a la meta. 

Así después sabemos los ritmos de velocidad parciales y totales, y también los ritmos cardíacos que hemos soportado corriendo para ser los ganadores. 

Por eso sé que quienes me ganaron fueron más rápidos en los ascensos. Avisados tuvieron la suerte de sacarme suficiente ventana subiendo para que no los pudiese coger bajando.

Y es que en los descensos no me ganaba nadie. Si no me sacaban la suficiente distancia les iba a alcanzar y iban a sufrir verme correr a velocidades medias alrededor de 2:30 minutos por kilómetro. 

Es decir, mi nivel de perfomance física es de 2:30 minutos por kilómetro y sé cómo entrenarme como especialista autodidacta.

Sin embargo, un individuo con título universitario o carnet de entrenador de fútbol ha estudiado mucho en un pupitre. 

No tiene registro ninguno ni ningún nivel que pueda demostrar. Es como un aficionado que se cree futbolista engordando en el sillón de su casa. 

El nivel físico de un entrenador cualquiera es que no tiene nivel. Da igual si entrena clubes de fútbol del Barrio Alto, en el Plus Ultra o en el Almería.

Si los pones a correr cualquier prueba de 5 kilómetros que se hacen en los barrios, sabrás cuál es su nivel.

No te extrañe que muchos se paseen por el fútbol profesional de derrota en derrota pero cobrando dinerales. 

Y yo me pregunto porque no devuelven el dinero de los partidos con derrota ya que se le contrata precisamente para que gane y no para que pierda.

En general los buenos futbolistas tienen niveles alrededor de los 5 minutos por kilómetro. La mayoría se ahoga en cuanto les juega un futbolista a la contra con un tren de carrera de 4 minutos por kilómetro.

Algunos futbolistas se sienten tan orgullosos corriendo a 3:00 minutos por kilómetro dos o tres tiradas que se enfadan enseguida y se desesperan cuando se les replica que los partidos de fútbol durán 100 minutos, lo equivalente a correr medias alrededor de diez kilómetros. 

Un jugador que corre a 3:00 minutos por kilómetro dos o tres tiradas durante un partido, se pasa los siete kilómetros restantes de dicho partido deambulando ahogado por un pírrico descampado de 45 x 90 metros una vez se le acabó la gasolina.

Así de fácil es saber el nivel de un jugador, preparador físico o entrenador de fútbol 

La ley que privilegia los titulitos frente a los autodidactas profesionales la implantó el gobierno rastrero de Felipe  González y beneficia sobretodo a los equipos grandes de la Liga.

Esto provoca que el fútbol se haya inundado de entrenadores patateros. Vulgares aficionados sacándose el carnet de entrenador por enchufe y unas perragordas.

Abajo os dejo una tabla de condición física con capacidades de distancia entre 5 y 10 kilómetros, con la velocidad por kms/hora, el ritmo del futbolista en minutos/kilómetros. 


la crisis del futbol barrioaltero
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el barrio


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Por noreply 05 feb, 2024
Os voy a contar lo de mi abuelo paterno, que se llamaba Bernabé pero su segundo apellido era Sánchez.
Por noreply 24 dic, 2023
Llegan las Fiestas Navideñas y hace tiempo que no escribo nada para el grupo. Me gustaría dar un repaso a aquella época que en el barrio todo era gritos de niños por todas partes en medio del desolado nivel de vida que si nos fijamos no ha cambiado mucho.
Por noreply 26 sept, 2023
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